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La última derrota de Lourdes Flores (Primera parte)

Publicado: 2012-01-09

26 de octubre de 2010. Por tercera vez consecutiva, Lourdes Flores Nano tuvo que aceptar una derrota más en su carrera política. La tercera consecutiva. Esta vez ya no en la competencia municipal, sino en la contienda municipal.

Y era distinta, porque, a la postre, esta sería, por ahora, su última campaña electoral.

El "Manual Lourdes Flores" para perder elecciones

Existen algunos elementos comunes en las derrotas electorales de Lourdes Flores Nano en 2001 y 2006. En una entrevista en la que anunció su retiro “por diez años” del primer plano de la política, Flores Nano indicó: “Me he mostrado como soy y no lo logré, entonces el problema soy yo".  Esta frase no deja de ser cierta, pues muchos de los errores de esas campañas electorales son atribuibles enteramente a sus errores.

Una primera decisión siempre discutible fue la de su plancha presidencial. En el año 2001, cuando su candidatura era la más nítida defensora de la continuidad del modelo de economía de mercado, Flores llevó como segundo vicepresidente de su fórmula presidencial a José Luis Risco, dirigente sindical de Construcción Civil y comunista confeso. En las elecciones de 2006, la candidata cometió un error similar. En momentos en que desmarcarse del perfil de representante de la derecha era lo que le convenía, Lourdes tuvo como primer vicepresidente a Arturo Woodman, funcionario del grupo Romero, uno de los conglomerados económicos más importantes del país, lo que reforzó el sanbenito que le puso Alan García de “candidata de los ricos".

Un segundo error fue no tener una idea fuerza que sedujera a los electores. Por el contrario, como mencionó el periodista Pedro Salinas en una columna escrita durante la campaña electoral de 2006, Lourdes aplicaba al pie de la letra esta regla: “(...) hay que tener la sofisticada habilidad de no colocar una sola idea fuerza en el electorado. Esto es muy importante. En su lugar, hay que pararse como Marilyn Monroe sobre la rejilla del metro y divulgar muchas, muchísimas ideas, todas las que se pueda, ininteligibles en lo posible, como para que el votante no retenga ni una”.  (SALINAS, Pedro, “El Manual”, en: Humaladas, Lima, Jaime Campodónico Editor, 2006, p. 110.). Y eso le pasó a Lourdes Flores en ambas campañas electorales, a diferencia de sus rivales.

Un tercer error fue confiar en el endose de sus aliados, sobre todo en 2006. En dicha contienda renovó su alianza con Solidaridad Nacional, asumiendo que la aprobadora aprobación a favor de Luis Castañeda Lossio le ayudaría a ganar la elección. Error doble de cálculo: en el Perú el endoso de votos es una capacidad extinguida y, además, la fuerza de Solidaridad Nacional se encontraba en una plaza ya ganada por Flores Nano.

Pero también existieron elementos distintivos. Existe relativo consenso sobre el factor decisivo que le quitó la victoria a Lourdes Flores en 2001: unas declaraciones de su padre, César Flores Cossío, recientemente fallecido, calificando como “auquénido de Harvard” al rival de su hija, Alejandro Toledo, quien a la postre se haría con el triunfo.  Dichas declaraciones racistas fueron el punto culminante de un enfrentamiento entre Flores y Toledo que permitó que Alan García pudiera pasar a la segunda vuelta electoral.

En el 2006, a primera vista, parecía no existir un factor preponderante, sino un cúmulo de varias situaciones. Pero una crónica de Pedro Tenorio para Perú 21 contó los entretelones sobre las peleas entre los asesores de la campaña electoral, que, en medio de la profesionalización de su manejo, ciertamente resultó decisivo. Similar versión fue confirmada por Giancarlo Carranza para el libro "Yo Presidente".

Si Lourdes quería una nueva postulación a la Presidencia de la República, optar por la alcaldía de Lima era un error. Si quería ganar una elección para una carrera más idónea en el 2016, demostrar una eficiente gestión, aunque fuera en un ámbito municipal, era lo que debía hacer. Pero ese cálculo, que algunos compartían en el PPC, fue acompañado de otros factores que precipitaron la decisión.

Una candidatura inesperada

¿Por qué Lourdes Flores, una figura presidenciable, terminó compitiendo por la alcaldía de Lima? Existieron varias situaciones que conjugaron en dicha decisión.

Para comenzar, el "candidato natural" del Partido Popular Cristiano, el alcalde del distrito limeño de San Miguel, Salvador Heresi, declinó postular.  Si bien Heresi tenía gran carisma y proyección, en 2009 había salido una denuncia en su contra por un supuesto desbalance patrimonial. Si bien, al final, Heresi salió bien librado de la acusación, también supo (y esto lo mencionan varias fuentes periodísticas) que este intento de bajarle la llanta venía desde dentro de su propia agrupación. Eso lo desanimo de postular.

Al mismo tiempo, rota la alianza entre el PPC y Solidaridad Nacional y con el anuncio de Luis Castañeda Lossio sobre su no postulación a una segunda reelección para la alcaldía de Lima, los alcaldes distritales que habían salido elegidos gracias a Unidad Nacional estaban desesperados tocando la puerta del PPC para ver si habría un candidato que fuera la locomotora para su reelección.

Según cuenta un reportaje de Ricardo Uceda para la revista Poder, Heresi comunicó a Lourdes la decisión de no postular a la alcaldía en una cena en la casa de Gabriela Chávez, ocurrida en enero de 2010. Chávez era la asesora de imagen de Heresi, de varios parlamentarios electos de Unidad Nacional y también de Alexander Kouri, quien quería un puesto mayor luego de dos periodos en el Gobierno Regional del Callao.  De acuerdo con Uceda, Flores Nano le pidió a Chávez que sondeara a Kouri para que fuera el candidato del PPC.

En el mismo reportaje, se cuenta cómo dentro del PPC no todos estaban de acuerdo con la idea de Kouri como candidato de sus filas. De hecho, el grupo dentro del partido que impulsó las denuncias contra Heresi consideraba que, en realidad, él sería el “caballo de Troya” para que Kouri, expulsado del PPC en 1996, regresara a su vieja casa. Pero también existía quien tenía otro cálculo: Carlos Chipoco, miembro del partido desde la década de 1990 (luego de varios años de militar en la izquierda), sostuvo que la candidata debería ser Flores Nano, debido a que el espacio del centro a la derecha se disputaría, por lo menos, entre tres candidatos: Castañeda Lossio, Keiko Fujimori y el ex presidente Alejandro Toledo.

Esta situación produjo discusiones internas en el PPC. El veto era claro: para la mayoría en el partido, Kouri tenía demasiadas “discrepancias morales” con ellos como para regresar. El veto fue enunciado por Lourdes Flores Nano.

Ello precipitó dos cuestiones. Que los alcaldes de Unidad Nacional que, desesperados ante las indecisiones en el PPC, ya coqueteaban abiertamente con Kouri se fueran con él. Y que renunciara al partido Salvador Heresi, tanto por el clima de indecisiones, como por el enfrentamiento que tuvo con el congresista Javier Bedoya de Vivanco, quien adelantó que el alcalde de San Miguel se iría con Kouri. Cosa que finalmente ocurrió.

Durante 3 semanas, Lourdes le dio vueltas a la idea de competir por la alcaldía de Lima. Cavilaciones que tuvieron su clímax pregunta lanzada al aire en su cuenta Facebook: "Se está especulando sobre la posibilidad de que postule a la alcaldía de Lima. ¿Ustedes qué piensan?".

Recién el 20 de febrero, Flores Nano arrancaría su campaña municipal.


Escrito por

José Alejandro Godoy

Investigador en temas de democracia y derechos humanos. Editor del blog Desde el Tercer Piso. Columnista en Diario 16. Conductor de Pasando Revista en La Mula.


Publicado en

2011: Odisea de una campaña

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